This is for anyone with the broken heart.For anyone who cant get out of bed.

lunes, 30 de noviembre de 2015

Adiós.



Creo que no estás bien.
Y de verdad, creo que no lo estás.
Y yo por primera vez, empiezo a estarlo.
 No puedo, ni quiero 
anclarme a tus golpes
llorarle a tus flores.
Su aroma
no tapará mis moratones.

lunes, 19 de octubre de 2015

Estrofas breves. Tema triste.

"No es culpa tuya" te digo.
Y no hay palabras que puedan hacerte ver
que ni todo tu amor
podía salvarme.

Perdón.

Por las luces que no consigo encender
desde aquel maldito inverno
que quebró nuestros anhelos.

Perdón.

Por los huesos a flor de piel
y el miedo en las rodillas.
Por convertir nuestros veleros
en barcos de papel.
Y dejarte a la deriva
bajo una tormenta.
Como en un cuadro de Turner.

Perdón.

Por ya nacer enferma.
Por no querer entierro
ni flores marchitas
que me hagan competencia. 


miércoles, 14 de octubre de 2015


Hay una cosa que no sabes, y es que en este juego yo siempre voy con ventaja:

Nunca vas a poder ser más cruel conmigo de lo que ya lo soy 
conmigo. 



lunes, 28 de septiembre de 2015

Solo. Solamente. A solas. Muere.







Los rayos del sol bañan un rostro
maltratado por la arena
de un reloj que no da tregua.

Hoy, ya no llora.
Ni ríe.
Solo. Descansa.

Se siguen descubriendo estrellas y olvidando cuerpos en el fondo del mar.



Zapatos en las orillas
y telas en las vallas.

Los ecologistas pronto
pedirán limpiar las playas de cuerpos
y no de basura.

Algunos no ven la diferencia.

Las caracolas, grabadoras
que ya no guardan olas
sino llantos.

Las sirenas
ya no seducen marineros
sino niños.

Anatomía de un desahucio.

El buzón lleno de cartas
y tres policías derrumbando mi puerta.

Con ella, mi vida.
Pero a mí ahí ya no me encuentran.

Sólo me queda la azotea
desde la que caigo
cuando creía que no podría
hundirme más.

Llueve, El suelo húmedo espera.
Es el único que me quiere a su lado.

Más deudas tiene conmigo la vida
que yo con el banco.

La justicia nos ha dado la espalda
y no nos deja ver el sol.


Sal y comino. Marruecos.

No me viste crecer
tampoco te hizo falta.

Huí de ti
porque siempre me encontrabas.

Dejé una muñeca
por miedo a que me olvidaras.

Son muchos años ya sin tu tierra roja,
esa que no necesita atardeceres.
Sin la gente, la calle y los gritos.

Todo desde la azotea de una casa en ruinas.
Una postal de una plaza con vida propia.

Mi infancia. Otra película.

Aún huele a especias en tus ladrillos
y en lo alto del monte
donde mi abuelo descansa.

domingo, 13 de septiembre de 2015


¿Cuanto tiempo puedes huir del pasado? 
¿Cuánto tiempo puedes fingir que no pasó? 
¿Hasta cuando puedo esconderlos en un cajón?
Algún día, alguno de aquellos que no los han visto aún,
 se quedará a dormir,
 y me verá mirando bajo la cama antes de acostarme. 
No lo entenderá.
 Nadie lo hace nunca.
Hasta que los vea. 
A mis monstruos.
 Intenté dejarles en el sur por segunda vez,
 pero parece ser que son los únicos que de verdad me quieren, 
pues nunca me abandonan. 
Han traído una maleta y se instalaron en el sótano, 
dicen que porque no les gusta la luz. 
A veces les escucho hablar por las noches.
 Hablan muy alto, no me dejan dormir. Y tampoco vivir.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Start.

¿Quién no ha soñado nunca con volver a empezar?
De cero. Sin errores pesando en tu espalda, sin miradas criticas, sin deudas que pagar, sin fantasmas bajo la cama.
Ser quien quieras ser, donde quieras serlo.
Yo, como muchos, he escogido una ciudad con complejo de poema, abarrotada de transeúntes con un único destino, unos ojos como los tuyos.

Todo ha acabado. Todo ha empezado. Hoy. Ahora. Siempre.
Las cartas sobre la mesa. Y no. No soy la reina de corazones, ni el as, soy un mísero dos, de picas.
Un dos de picas que ha venido a comerse el mundo. A haceros ver que hoy, ahora, siempre, sí.

Gracias, vida, por las oportunidades que no me quitas. Por los que han llegado. Por los que están de camino. Gracias. Una y mil veces.

And I never know when she’s joking, she never lets anyone in.


miércoles, 19 de agosto de 2015

Desprendernos de las cosas que aún nos duelen es el primer paso para superarlas.





Let the memories burn and crash
like nothing's changed except the time that's passes
and that's why goodbye should mean goodbye.

viernes, 7 de agosto de 2015

Life is not a rehearsal.




No sabía lo que significaba
echar de menos
hasta el día que me perdiste.

El día que dejaste de ser mi "persona"
mi "por encima de todas las cosas que no son cosas"
mi "hermana"
mi más bonito siempre
que como siempre, termina.

 De Dani Rovira aprendí
que abracadabra no hace milagros
pero que gracias, te quiero y lo siento
podían hacer de este mundo
un lugar un poco menos sombrío.


Gracias, por el tiempo vivido
por las palabras compartidas,
por lo que sólo nosotras conocemos.

Te quiero, y claro que lo hago.
Pero no te equivoques.
Querer nunca es suficiente.

Lo siento, por no quererte más en mi vida
no ya, no ahora, no tan tarde y sucia.
Lo siento, por primera vez, ya no te antepongo a mi.


Se muy feliz. Pero lejos.










We used to talk about our future, 
like we had a clue .
Never planned that one day  
I'd be losing you.







domingo, 26 de julio de 2015

Desde el alféizar de un ático sin ascensor.







Un brindis por las personas 
que llegan a tu vida inesperadamente 
lo ponen todo del revés,
patas arriba
y cuando te das cuenta
ya no te gustan las cosas del derecho.


Un brindis por las personas
que aman nuestro caos.

sábado, 11 de julio de 2015

Ganas, si es contigo, hasta de huir.



Y no entiendo como otros no supieron valorar 
toda la poesía que hay en tu andar.

Yo vengo de un planeta en  el que aprendrí a perder
tu tienes primaveras que aún están por arder.

- Diego Ojeda




un bonito comienzo, y un precioso final

Hace mucho tiempo que quería escribirte estas palabras, y ahora no sé ni qué decir.
"Te admiro" me ha parecido siempre un bonito comienzo, y un precioso final. 
No nos conocemos, e intuyo lo harto que estarás de que ahora todos actúen como si siempre hubieses sido imprescindible para ellos, cuando no, pero que ahora te tienen pena. O a lo mejor seas lo suficientemente inteligente para saber que no es así, que de verdad te quieren pero se les olvida demostrarlo. 
Estoy segura de que lo que más te habrá cansado será esos consejos que, aun de buena voluntad, no ayudan nada.


No te hablo desde la ignorancia, aunque pueda parecerlo. Te hablo desde la perspectiva de quien ha mirado a la muerte a los ojos, en varias ocasiones, y aún no sé muy bien como sigo aquí. Supongo que a base de esfuerzo y mucho levantarme. A base de no quedarme otra.

Eres el ejemplo para muchas personas, eres "la vida en estado puro" de quien sabe lo que es vivir en un hospital. De quien sabe que no es vida. Sé lo duro que es ver que los otros siguen y tú estás en un limbo que no te permite avanzar, pero tampoco retroceder, y eso era lo que yo más quería, retroceder.
Del cáncer se mucho, por desgracia, se ha llevado a muchas personas que quería, pero también ha convertido perlas en diamantes (lo entenderás si conoces a Albert Espinosa). Una de mis mejores amigas tuvo leucemia, y no éramos amigas cuando la una ni la otra estuvo mal, pero hace poco le pregunté si cambiaría todo lo que había vivido, los meses de hospital, la peluca, el dolor de su familia. Si le dieran la oportunidad de volver, ¿escogería tener cáncer? Hubo un largo y duro silencio, como si de verdad la ausencia de palabras pudiera golpearnos.
Dijo que si, una y mil veces. “Lo que he vivido me ha llevado a ser lo que soy. Me gusta lo que soy.” Es mi heroína. Yo no lo tuve tan claro. Perdí mucho, y no solo kilos. Perdí amigos y a día de hoy no los he recuperado. Pero creo que debo dar las gracias de que no estén en mi vida. En los malos momentos descubres quien está y quien no, quien estará y quien nunca estuvo.
Sobre las perlas y diamantes, mil veces te recomiendo a Albert Espinosa. Es mi definición favorita de vida. Ha superado tres cánceres, le amputaron una pierna pero se niega a ser cojo, porque él es cojo-nudo. Como tú.
Creo que me he enrollado más de la cuenta. Esto no estaba planeado, ha surgido sobre la marcha. Espero no haberte robado mucho tiempo, y que seas muy feliz.
Posdata: "Te admiro" me ha parecido siempre un bonito comienzo, y un precioso final.




martes, 7 de julio de 2015

El ladrón de orquídeas.



- No quiero morir Donald. He desperdiciado mi vida, joder, la he desperdiciado.
- De eso nada, y no vas a morir.
- La he desperdiciado... te admiro Donald, ¿lo sabes?... Me he pasado la vida paralizado pendiente de lo que la gente pensara de mi. ¿Y tu? Tu no te enteras de nada.

 - Claro que me entero.

 - No, no lo entiendes, te lo he dicho como un cumplido... Recuerdo un día en el instituto, te miraba por la ventana de la biblioteca, y hablabas con Sara.
 - Dios mio, estaba loco por ella
- Y tonteabas con ella, y ella estaba encantadora contigo, y luego,cuando te fuiste empezó a reírse de ti, y fue como si se burlaran de mi... tu no tenías ni idea, parecías tan contento

- Ya lo sabía. 

- ¿Y como estabas tan contento? 

- Quería a Sara, Charles, y ese amor era mío, yo era el dueño, ni Sara tenía derecho a privarme de eso, yo puedo querer a quien quiera.
-Pero a ella le parecías ridículo. 
- Bueno, ese era su problema, no el mío. Uno es lo que ama, no lo que le ama. Eso lo decidí hace mucho tiempo.





Era hora de comprender que soy lo que amo, el brillo de mis ojos cuando hablo de lo que me apasiona, la vida en estado puro, una sonrisa que no puedo reprimir, los nervios a flor de piel, el tartamudeo de quien tiene mucho que decir, y no sabe como, mi canción favorita, los sitios en los que he estado y en los que he dejado una parte de mi, y soy los que nunca visitaré,un muro en Praga, y una fachada en Saint Flour.
Soy el primer rayo de luz tras el solsticio de invierno, una fotografía en el mercado de las pulgas, un vinil0 en Malasaña, una cerveza a medio beber de quien tenía demasiada prisa por beberse la vida en su lugar. Soy las estrellas que las nubes no te  permiten ver. 
Soy, por suerte, mucho más que todos los que no me han sabido ver. 
Gracias, sí, a vosotros. 
Me tomo vuestra marcha como un regalo.
 No me habéis abandonado. 
Me habéis dejado espacio para los diamantes que están de camino.







Salté delante de todos los trenes que buscaban tu ciudad, pero ninguno supo destrozarme como tú




Y la encontró.
En el fondo del pozo
en el que se había caído años atrás,
y del cual no intentó salir
al descubrir lo bien
que se vivía sin espejos,
sin complejos.

La encontró,
y la paseó por las calles
de aquel pequeño pueblo de costa,
que una vez fue testigo
de la más bonita historia de desamor.
Y es que el  verano dura
lo que dura el solsticio en tus ojos.

domingo, 14 de junio de 2015

Ella le pidió que la llevara al fin de mundo, Él puso a su nombre todas las olas del mar.

Descubrieron que los besos no sabían a nada,
 hubo una epidemia de tristeza en la ciudad.
 Se borraron las pisadas, 
se apagaron los latidos,
 y con tanto ruido
 no se oyó el ruido del mar


-Joaquín Sabina.

sábado, 30 de mayo de 2015

Mi risa le ha ganado la batalla al dolor.


Hoy le he demostrado a la vida
que quien ríe el último
ríe mejor.

Y yo, a partir de ahora,
no pienso dejar de hacerlo.

Estepona 29 de mayo del 2015

Carta a mi nieta Sofía.

Querida Sofía,

Hoy se cierra una etapa maravillosa de tu vida, la de la infancia y la adolescencia. En mi mente se agolpan multitud de recuerdos muy felices: tu nacimiento, tus primeros pasos, tus risas y llantos, "lo tuyo es puro teatro.
¡Cuanto he disfrutado viéndote crecer tanto en lo físico como en lo personal! Cuan feliz me siento porque me has dejado estar a tu lado.

Mañana empieza otra etapa, la de tu juventud. Será una aventura emocionante en la que espero estar presente. Surgirán decepciones, emociones, quizás desencuentros; también alegrías y gratificaciones.
Recuerda que en todo momento estaré allí: ni delante para mostrarte el camino, ni detrás pisando tus huellas... pero sí a tu lado, caminando por la misma senda al mismo paso, aunque el mío más lento y cansado...

Gracias por ser mi nieta, por ser un motivo para seguir viviendo con ilusiones, tus ilusiones. En esta etapa, al igual que un periplo, espero que cumplas tus anhelos, tus metas. Yo sé que será así...

¡Feliz viaje! 
Con todo mi amor.




sábado, 16 de mayo de 2015

Sus manos son poesía.


Si tu me quisieras hay tantas cosas que haría. Si tu me quisieras Prometería no estar triste más y cantar y reír y, sobretodo, escribir Ay, si tu me quisieras o si me vieras. Con eso me valdría.

Con que tus ojos por un segundo me tomaran en serio cuando te digo que como a ti no quiero a nadie.
O mejor aún cuando no te lo digo. Que viene siendo siempre Siempre que me río de ti y de todo lo que no eres que es justo lo que más me gusta. Todo lo que no eres completa todo lo que no soy. Das sentido a mi silencio y yo, yo suspiro en el octavo vagón de este tren que no me lleva a ti porque tú no me dejas entrar Tus muros son fantasmas
que dejaste que se quedaran a desayunar
y nunca se quisieron marchar.
Y desde entonces van contigo
 para que no te sientas solo 
cuando se te olvida que 
yo no estoy siempre contigo 
pero tu nunca has dejado de estar conmigo. 
 Si me quisieras 
dejaría de estudiar literatura
 por leerte en braille. 

Por descifrar tus papiros 
por verte reír 
 alguna vez 
de verdad.

Si me quisieras 
no te haría feliz. 
Pero nuestros monstruos 
podrían bailar juntos 
a la luz de una luna 
que nunca brilla por nosotros. 

Porque nunca hay un nosotros
 cuando se trata de ti y de mi.

martes, 5 de mayo de 2015

De todas las flores del mundo, ella escogió ser un pensamiento.




If you see her, say hello, she might be in Tangier
She left here last early spring.
She might think that I've forgotten her, don't tell her it isn't so.
If you get close to her, kiss her once for me
I always have respected her for busting out and gettin' free
I see a lot of people as I make the rounds
And I hear her name here and there as I go from town to town
And I've never gotten used to it, I've just learned to turn it off.

- Bob Dylan.


martes, 21 de abril de 2015

viernes, 17 de abril de 2015

Eres la definición de vida.

Todos, y cada uno de nosotros
estamos bajo las mismas estrellas.
Pero por suerte, y por desgracia, 
no todos tienen la suerte de coincidir con una
que les ilumine el camino
en un mundo tan apagado
como en el que nos ha tocado vivir.

Los hay que los llaman estrellas,
o diamantes, o suerte.
Esa jodida suerte de que la vida te ponga por delante
a personas que te hacen se mejor cada mañana
que te demuestran que merece la pena serlo.

Siempre he dicho, y siempre diré
que la vida no ha sido buena conmigo.
Los hay que piensan que la vida no nos da nada que no podamos soportar
pero no creo que sea cierto.
Creo que, a cambio, nos da personas con las que superar
cada puto obstáculo. Cada maldita piedra en el camino.

"Cada ochenta o noventa perlas
aparece un diamante.
Un diamante, para que me entiendas,
es una de esas personas que se hace tan básica
y tan importante en tu vida
que parece creada únicamente para ti." 

Que sabio Albert Espinosa.
Me recuerda tanto a ti.
Os brillan los ojos de forma parecida, aunque nunca serás consciente de ello.
De lo felices que nos haces con una sonrisa.

Eres la definición de lo que se consigue con esfuerzo,
con fe
con risa.
Eres la definición de vida.
Y que vida más bonita.



"Hay cosas que ni se compran ni se venden"
Mi madre.

jueves, 16 de abril de 2015

Ojalá llegue el día en el que dejemos de tener esta conversación con la otra del espejo a diario. 
Ojalá.




lunes, 6 de abril de 2015

No era como decían los libros




Yo estuve en el infierno
y hacía mucho frío.

Satanás era una cabeza
sin razón
aunque yo eso 
no lo sabía.

Hacía tanto frío
que me quemaba.
Y todo terminó oliendo a carne
y a sangre.
A todo menos a ti
que por suerte
nunca has estado 
en el subsuelo.

Allí donde las horas eran días
y los días recuerdos
de días mejores.
De vidas mejores.
De, al menos, vida.

Yo estuve en el infierno
y no era como decían los libros.

Nadie llevaba cadenas
o al menos, no las que se veían.

Nadie lloraba.
No había fuerzas ni siquiera para eso.

miércoles, 1 de abril de 2015

Tercera condicional del verbo tú.

Me gusta imaginar como habría sido nuestra vida de habernos conocido. Imagínate. Si yo hubiera ido a la cafetería a la que tu solías ir los lunes por la mañana. La misma en la que te pedías aquel "corto de café por favor" mientras sonreías a la camarera que tan loco te volvía. Quizás yo te hubiera vuelto tan loco como ella. Puede que sencillamente, verme sentada en la mesa de enfrente, con mi "café au lait" y con alguno de mis libros te hiciera darte cuenta de que nos parecíamos más de lo que tu creías. 
Puede que un lunes la cafetería cerrara y tú y yo nos quedáramos en la puerta, sin saber que hacer. Viviríamos tan ahogados por la monotonía que seriamos incapaces de estar sin ella, por mucho que la odiemos. Al igual que las reglas. ¿No se supone que somos libres? ¿Y toda nuestra triste libertad? ¿Cuando fue la ultima vez que cometimos una locura, algo indebido y fuera de lo común? A lo mejor iríamos a tu casa a romper todas las reglas habidas y por haber, a romper todos los patrones y todas las promesas, intentando no rompernos el corazón por el camino. 
Besándonos. Amar sería una palabra demasiado peligrosa para nosotros. Dos extraños que los lunes por la mañana, se vuelven distintos, mejores. Y, ¿acaso no se trata de eso? ¿De encontrar a alguien que te haga mejor día a día, o en nuestro caso, lunes a lunes? 
Le perderíamos el odio al primer día de la semana, estaríamos deseando que terminara ese largo fin de semana, para volver a vernos, rodeados de libros que estudiar, cafeína que inyectarnos y palabras que decirnos. Pero en vez de eso, nos asustaríamos. O mejor, nos asustamos. 




Por eso, que aún no he ido a esa cafetería ningún día por la mañana, que aún no te he visto mirar a la camarera, que no he visto tú café, tus ojos verdes, tu sonrisa. Aún que no me has echo suspender exámenes y perder la cabeza. Ahora que puedo, prefiero no sufrir. Prefiero no ir. Prefiero vivir la vida común, siguiendo las normas, los patrones. Siendo la que todos esperan que sea. O al menos, de eso intento convencerme, ¿tú no? 

Me daría miedo, y te aseguro que ese miedo es mucho peor que echar de menos algo que no ha sucedido.

Que disfrutes de tu "corto de café" y de tú vida.


S, como siempre. 


martes, 24 de marzo de 2015

3947 motivos por los que no soy una musa.


  • Porque no soy feliz.
  • Porque no necesito que me salven, no soy una princesa en apuros esperándote.
  • Porque me dan miedo los delfines, y mucho.
  • Porque todos tienen cicatrices pero mis heridas no se curan.
  • Porque me cuesta mucho pedir perdón, y paradójicamente siempre me siento culpable de todo.
  • Porque no solo no sé cantar, sino que además lo hago, y fatal.
  • Porque no puedo vivir sin el mar, pero me aterra la idea de adentrarme en él.
  • Porque aquí donde vivo soy alguien por saber versar, pero me bastan unos kilómetros para descubrir que lo mío no es nada especial.
  • Porque cuando me cuentes un chiste no tendré una risa contagiosa de la que enamorarse.
  • Porque no soy dulce.
  • Porque no estoy delgada.
  • Porque no me verás hacerme tirabuzones con el pelo mientras me muerdo el labio.
  • Porque no soy una princesa de película.
  • Porque no tengo ritmo, y de verdad.
  • Porque nunca me podrás sacar a bailar.
  • Porque tengo las orejas de soplillo.
  • Porque me dan mucho miedo las alturas.
  • Porque leo, escucho y a amo a personas que murieron antes de que yo fuera si quiera proyecto de ser.
  • Porque estar rodeada de gente es mi manera preferida de estar sola.
  • Porque no soy lista, ni saco buenas notas.
  • Porque no voy a ser nada en la vida.
  • Porque mi pasatiempo preferido es abrazar a mi gata.
  • Porque la quiero más de lo que quiero a la mayoría de las personas que me rodean.
  • Porque soy una "posturitas" y mi vida en las redes sociales parece perfecta, cuando no.
  • Porque soy una romántica empedernida que nunca conocerá el amor.
  • Porque cuando me pongo nerviosa hablo más de lo que debiera.
  • Porque si alguien me cae mal no puedo evitar que se note.
  • Porque no me gusta el sur en verano, pero en invierno es mi hogar.
  • Porque paso más tiempo durmiendo que despierta. Y se me va la vida así.
  • Porque de pequeña era una niña rara, mucho.
  • Porque soy bipolar, y lo mismo canto y río y te quiero que lloro y no quiero saber de tí, nunca.
  • Porque tengo mal despertar.
  • Porque no me creeré tus halagos, y me compadeceré de tí.
  • Porque no te voy a creer. Nunca.
  • Porque no como chocolate.
  • Porque no tengo una tez perfecta ni un cabello que den ganas de acariciar.
  • Porque he hecho más daño del que se merecían y tengo más deudas que medallas.
  • Porque tengo debilidad por las causas perdidas.




domingo, 22 de marzo de 2015

Un veintidós de marzo como cualquier otro.

Hace un par de horas que he llegado y ya tenía la necesidad de escribirte. He pensado en llamarte pero luego he decidido no hacerlo. No sé qué diablos me pasa.
Puede que haya sido de las semanas más felices de mi vida, y no le tenía ninguna fe si te soy sincera.
De lunes a miércoles hemos tenido la oportunidad de ir haciéndonos a la idea de que se nos acaba. Nos marchamos. No sin antes dejarnos hasta el último aliento. Pero bajo la careta que me he puesto este curso de "paso de todos" "ganas de largarme" una parte de mi está aterrada. Sabía que sólo tu me entenderías. Necesitaba decírtelo.
Decirte que Madrid es una locura. Y más aún las doce horas de coche que he pasado con dos personas a las que nunca se lo he dicho en serio, pero les quiero con locura. Por suerte lo saben. O eso creo. 

Madrid es una locura. Y yo soy una loca enamorada de cada uno de sus bares. De sus poetas. De sus músicos callejeros. Y de sus mendigos, que aunque la mayoría no comprendan por qué, tú si.
He ido a buscarla. A la esquina de Gran Vía dónde cada navidad la encuentro pidiendo suerte en forma de monedas, besos en forma de limosna. Rogando al destino para otros. La he buscado. A ella, que le tocó la lotería y lo compartió con los indigentes de Sol. Ella, que sabe lo que es el hambre, lo que es el frío. A ella. Musa de más de un poema.
He ido a buscarla. Pero no la he encontrado. En cambio me he encontrado a mi misma. A quién quiero ser en ciento treinta y seis días. Y ha sido en el Este o Este. Tantas noches leyendo sobre él para terminar sintiéndome en casa en sus paredes de ladrillo. Pero no puedo hablar de casa y no mencionar Aleatorio. En tres días he ido cuatro veces. Y ninguna contigo. 
Aún recuerdo la primera vez que traspasé la puerta, el septiembre pasado. Estaba enferma, nerviosa y asustada. Pero de todas las veces que me he sentado bajo ese extraño techo donde te ves reflejado ninguna he estado triste. Y sabes que en mí es mucho decir.

No sé a que ha venido esto.
No era lo que querías oír. 
¿Quería que te hablar de Trevi? ¿De la rosa?

La rosa soy yo. Y no es mi problema que otros no lo vean.

Con mucho cariño. 
Sophie.
En la flor de la vida.
Gracias por ayudarme, en su día, a florecer. 

jueves, 12 de marzo de 2015

Leaving is not enough, you must stay gone.

Son las 05:43 de un domingo, o de un lunes ya, de un mes cualquiera del calendario tan perecedero como yo.  O puede que más.
Hoy, Paula, ahora, estoy decidido a escribirte. Pero no a ti, y mucho menos a la que eres. Sino a la que serás. A la que estarás siendo el jueves cuando suene tu alarma a las 07:07 (porque siempre te ha apasionado ese número,  y a mí, siempre me has apasionado tú). Entonces te revolverás el pelo, blasfemaras para tus adentros y como si de un acto reflejo se tratase te sentarás en la cama y te calzarás tus zapatillas rosas, esas que te regalé por tu último santo. Te acercarás al armario y cogerás de la balda más alta una bata y puede que entonces te preguntes porqué mi ropa ya no está ahí. O puede que no. Que estés más ocupada pensando en los tres minutos (siempre interminables) que tarda la cafetera desde que la preparas hasta que con un pi intenta decirte toma, querida, esto te hará persona. Te sentarás en la mesa de la cocina, con la taza caliente entre las manos y dando pequeños sorbos porque pese a que arde, no puedes no hacerlo. Como la droga que te mata y sabes que deberías parar y por ello la ingieres más despacio, como si eso sirviera de algo. Como si algo sirviera alguna vez. 
Entonces encontrarás esta carta debajo del periódico. Sí, cariño, esta mañana habré madrugado sólo para traértelo antes de que te despiertes, y también, para irme antes de que lo hayas hecho. Ya me he ido, o me habré ido, o estaré ido, o seré ido. Eso aún no lo puedo saber, es pronto, pronto para todo. Por primera vez. Y también tarde, tarde para todo.

Hoy, Paula, ahora, estoy decidido a escribirte. Pero no a ti, y mucho menos a la que eres. Sino a la que serás. A la que estarás siendo el jueves cuando suene tu alarma a las 07:07. Y el que se haya ido y esté en un tren alejándose a más velocidad de la que tu puedas perseguir jamas tampoco seré yo, el  que soy ahora.
Suena irónico como en una carta pueden estar tan unidos y tan distantes, presente, pasado y futuro. 
Mi yo presente le escribe a tu tú futuro, que cuando lo lea, sera tu tú presente y la carta la habrá escrito mi yo pasado, porque mi yo presente estará o será, ido
Pero hoy, mañana, ayer, el jueves y todos los días de mi vida (y de mi no vida también) perdóname.
Perdóname por haberte dejado con el café entre las manos y la cama sin hacer, por una balda vacía en el armario, y por llevarme los recuerdos, las fotos te las he dejado a ti. Por haberte estado mirando toda la noche sólo para no olvidarte cuando más hermosa estás. Por no decirte, por no contarte, por no explicarte. Por estar o ser ido. Por no llevarte conmigo. 
Sólo espero que nunca llegues a entenderlo. 

miércoles, 11 de marzo de 2015

In order to stay.

Los jueves salgo de trabajar a las 8 y lo primero que hago es ir a verte. Pero de camino me paro en la floristería a comprarte narcisos. Marga ya me los tiene preparados. Como cada jueves. Tengo tantas ganas de verte que me cruzo todos los semáforos en rojo con tal de llegar cuanto antes a esa séptima planta fría y gris que te tiene presa desde hace ya seis años. Paula. Quien cojones me mando a marcharme. Quien cojones te mando a seguirme. 

Nunca cojo el ascensor y se que donde quiera que estés, dentro de esa cabeza tan bonita que tienes, te estarás riendo de mi, pero pasar las noches en un hospital te hacen ver lo frágil que es nuestro tiempo aquí, y por si acaso he dejado la cerveza y hasta se puede decir que hago deporte. 
Tendrías que verme, Paula. Soy mejor que el Mario que conociste. Este ya no huye. Se va a quedar contigo hasta que despiertes y será como todos esos días a las 07:07 que tu sonrisa le daba sentido a mi mísera existencia. 

Lo siento. 
Por tener miedo digo. 
Lo estoy arreglando. 
Te lo prometo. 

En la cuarta planta me encuentro con uno de tus doctores. Fue el que me llamo aquel jodido cuatro de mayo. Aun me estremezco al verle, y no he hecho otra cosa en estos últimos seis años. Verle, a el y a otros muchos. Entran con sus batas, me sonríen y después vuelven a esa fría expresión que no me permite sacarles la más mínima información. Sobre ti, claro.  Les suplico una y otra vez que me digan si vas a volver conmigo, aunque ya sé que lo vas a hacer. Pero ellos solo se dignan a decirme: Sé paciente Mario, te necesita a su lado, y tiempo. No podemos hacer más. 

Al llegar a tu habitación pongo los narcisos en agua, quitando primero los de la semana pasada, moribundos. Los jueves tienen algo de especial ¿sabes? Siempre lo he pesando.  Todo el mundo esperando al viernes y se pierden el mejor día de la semana. Recuerdo que en el colegio pasaba lo mismo. Mi mes favorito siempre ha sido y será mayo, y eso bien lo sabes tú. Pero todos mis compañeros se pasaban el tiempo soñando con que fuera junio. Y yo, bueno, yo soñaba con que la chica de las dos trenzas de la segunda fila se diera la vuelta. No sé en qué momento dejaste de hacerte dos trenzas.

jueves, 5 de marzo de 2015

                               ¿Qué que me pone triste? ¿Realmente quieres saberlo? Las posibilidades. Pensar en lo  que pudo ser y ya no será y sí, aunque suene ya muy repetitivo, me convierte en la persona más desgraciada del universo. El ya no tener la posibilidad de decirles a todos ellos que les quiero, lo que han significado para mí, el que ya nunca sabré si estaban orgullosos de mí, porque no están a mi lado para decírmelo. Pero, como dijo el más grande, "Si yo estoy aquí, y tu también lo estas, entonces ellos también lo están." Pero por mucho de que están en nuestros corazones, no tenemos a quien abrazar, a quien llorar, no tenemos nada, y puede que más que las posibilidades, la causante de mi tristeza sea la soledad.
 S.

lunes, 2 de marzo de 2015

Verano de 1961. París.


Una vez conocí a un señor, que me habló de si mismo en tercera persona, y desde entonces acostumbro a imitarle, por eso que dicen así todo duele menos. Me enseñó París a través de los ojos de alguien que ha amado más que respirado, y el amor a través de unas cuantas fotos que vendía en el Mercado de las Pulgas, en un pequeño puesto al fondo a la izquierda, justo detrás de la vieja de los  espejos y en frente del turco que coleccionaba cucharillas de té.

Aquella mañana aprendí a escuchar con el corazón lo que sus ojos grises trataban de decirme, y aprendí más que en cualquier clase. Aprendí que en blanco y negro todo era más bonito, y también más triste. Como pasa contigo.


Esta fotografía me ha traído tantos recuerdos. Dulces como el croque monsieur que me comí al volver al hotel. Fue un buen verano. Fue un gran día, una gran mañana, y un gran hombre.

S.

sábado, 28 de febrero de 2015

En los hospitales
hay que saber escuchar a las paredes
que tanto tienen que contarnos.




















En los hospitales
hay mas lagrimas que besos
y aún no entiendo por qué.
Sé que te quiero porque podría no decírtelo nunca y pese a eso tu lo sabrías siempre.
Se que te quiero porque quiero a quien soy cuando estoy contigo.

Sé que te quiero porque una vez te marchaste y llore tanto que mis lágrimas se convirtieron en palabras sobre papel pero cuando volviste ya no me hicieron falta. Nunca te habías ido. Nunca lo has hecho.

Te quiero. Y da igual las veces que te odie y las veces que te grite y las veces que te ignore. Yo te quiero. Yo te quiero por encima de todo y de todo, por encima de lo que seremos, aunque no sea mucho decir.




Te quiero
Te quiero
Te quiero




S.