¿Por qué me has abandonado? ¿Que hice mal?. A esas alturas de la película de mi vida,  tu ya eras un personaje demasiado importante. Ya no se como sigue, como termina. Me faltas tu. Tal vez, si yo siguiera ahí, me faltarías menos. Pero a kilometros de distancia, lo que me falta son aquello intensos mensajes, en los que semana tras semanas, no relatabamos nuestras vidas como eso, como peliculas. Y la distancia parecía tan frágil, tan incapaz de doler. Todo cambió, me fallaste, me olvidaste, como a un juguete. No viste, pero yo si. Te esperé, lo máximo que puede esperar un corazón como el mío. Y desde entonces, ya no espero. A nadie, por nadie.

S.

Y como sí esta vez sí se fueran a cumplir, escribieron en aquellas sucias servilletas de bar lo que más ansiaban en la vida, lo que más querían. Porque necesitar, no necesitaban nada. Se tenían las unas a las otras y era más de lo que podían pedir. Era todo lo que tenían hasta que se terminara el verano. Así que, encima de aquel "gracias por su visita" dejaron gravadas las razones de sus existencias, sus planes para un futuro que las aterraba y las atraía a la vez.
No era una noche cualquiera, para nadie. Y un par de papeles arrugados no iban a hacerla más especial. Iba a ser que se cumplieran esos nueve deseos. Tres por cada una, tres por cada princesa. Tres por cada sonrisa en aquella orilla. Y fue entonces, cuando el faro iluminó el mar, cuando los papeles se perdieron entre la sal y las posibilidades, entre las olas y el miedo.

S.     [cb]

Y qué David Gray que me provoqué ganas de llorar, de morirme con su Forgetting. Que solo me den ganas de escribir durante horas para dios sabe quien. Me doy cuenta de que eso es la vida, un olvido continuo. Una depresión constante en mí. Agustana, con su dulce piano y su Boston, solo me hace sentir que por un segundo, vuelvo a casa, a Boston. Porque sí, mi alma pertenece a los patitos que había en el parque, al restaurante en el que cené todas y cada una de las noches que pasé ahí. Puede que los días mas felices de mi vida. Y saber que cuando vuelva, los problemas que me asfixian abran terminado, como si más que una ciudad fuera un refugio. John Mayer y su melodía me recuerda una y otra vez lo muchísimo que quiero a mi mejor amiga Victoria, siempre me hace sonreír al escuchar la canción. James Blunt, el único que siempre aparece en los momentos más importantes de mi vida, el que siempre me ayuda a tomar decisiones, a ser mejor persona. Y por último, Paolo Nutini. Mi cantante favorito. Parte de mi. Quien me hace seguir adelante cuando todo va mal, cuando nada tiene solución. White Lies me recuerda a Alice y a Paul, al verano que pasaron juntos, al amor que vivieron, al otoño new yorkino.  Y como no, Northern Skies siempre siempre serán N y Marc. Siempre será esa tarde en el embarcadero en el que ella se marchó y él no fue a buscarla. El día que todo termino, y que empezó todo. Siempre irá por ellos, por lo que fueron y por lo que pudieron ser.

S.

Me drogué con promesas y ahora lo estoy pagando muy caro.

Y en ese preciso momento, ella no comprendía nada. ¿Aquellas lágrimas de donde venían?¿Y ese pinchazo en el estomago a causa de la angustia?Puedo aseguraros que el peor dolor que sentía, era en su corazón. Pero ella, tan pequeña, tan delicada,  era incapaz de comprender porqué se encontraba en aquella desierta playa, llorando como lo hacía, riéndose a carcajadas de vez en cuando, pensando en como podía ser tan patética. Comiendo toneladas de chocolate  esperando que llenara el vació de su corazón. Pero no lo hizo. Nadie podía hacerlo. Solo una sonrisa determinada tenía la capacidad de matarla y salvarla a la vez,solo un chico le ofrecía el cielo y el infierno a la vez. Solo él la iba a hacerla la persona mas desgraciada del mundo, pero también la más afortunada

S.

N&L

L se fué. Puede que por poco tiempo, pero lo hizo. Se marcho y  abandono a N cuando más la necesitaba. Cuando todos los fantamas de un pasado mejor la atormentaban, cuando los espiritus de un futuro incierto la acorralaban. L no quería marcharse, claro que no. Pero el mundo tenía otros planes para ella, y no eran quedarse con N. Nunca lo fueron. Así que al alba partió, voló lejos como la golondrina que era, muy muy lejos, por el frio firmamento. Pero antes de marchar, tan solo le pidió un favor a la que hasta entonces había considerado más que su hermana :"No lo hagas, no te suicides. Crees que no me doy cuenta, pero te conozco. Veo en tus ojos la necesidad de huir. De esta isla, de este mundo y de tu propio cuerpo. Pero eres más que una corbarde. Eres N. Eres a quien siempre e admirado, demuestrame que no me equivoqué contigo. Volveré. Yo siempre lo hago. Siempre vuelvo a tí."

S.