This is for anyone with the broken heart.For anyone who cant get out of bed.

jueves, 12 de marzo de 2015

Leaving is not enough, you must stay gone.

Son las 05:43 de un domingo, o de un lunes ya, de un mes cualquiera del calendario tan perecedero como yo.  O puede que más.
Hoy, Paula, ahora, estoy decidido a escribirte. Pero no a ti, y mucho menos a la que eres. Sino a la que serás. A la que estarás siendo el jueves cuando suene tu alarma a las 07:07 (porque siempre te ha apasionado ese número,  y a mí, siempre me has apasionado tú). Entonces te revolverás el pelo, blasfemaras para tus adentros y como si de un acto reflejo se tratase te sentarás en la cama y te calzarás tus zapatillas rosas, esas que te regalé por tu último santo. Te acercarás al armario y cogerás de la balda más alta una bata y puede que entonces te preguntes porqué mi ropa ya no está ahí. O puede que no. Que estés más ocupada pensando en los tres minutos (siempre interminables) que tarda la cafetera desde que la preparas hasta que con un pi intenta decirte toma, querida, esto te hará persona. Te sentarás en la mesa de la cocina, con la taza caliente entre las manos y dando pequeños sorbos porque pese a que arde, no puedes no hacerlo. Como la droga que te mata y sabes que deberías parar y por ello la ingieres más despacio, como si eso sirviera de algo. Como si algo sirviera alguna vez. 
Entonces encontrarás esta carta debajo del periódico. Sí, cariño, esta mañana habré madrugado sólo para traértelo antes de que te despiertes, y también, para irme antes de que lo hayas hecho. Ya me he ido, o me habré ido, o estaré ido, o seré ido. Eso aún no lo puedo saber, es pronto, pronto para todo. Por primera vez. Y también tarde, tarde para todo.

Hoy, Paula, ahora, estoy decidido a escribirte. Pero no a ti, y mucho menos a la que eres. Sino a la que serás. A la que estarás siendo el jueves cuando suene tu alarma a las 07:07. Y el que se haya ido y esté en un tren alejándose a más velocidad de la que tu puedas perseguir jamas tampoco seré yo, el  que soy ahora.
Suena irónico como en una carta pueden estar tan unidos y tan distantes, presente, pasado y futuro. 
Mi yo presente le escribe a tu tú futuro, que cuando lo lea, sera tu tú presente y la carta la habrá escrito mi yo pasado, porque mi yo presente estará o será, ido
Pero hoy, mañana, ayer, el jueves y todos los días de mi vida (y de mi no vida también) perdóname.
Perdóname por haberte dejado con el café entre las manos y la cama sin hacer, por una balda vacía en el armario, y por llevarme los recuerdos, las fotos te las he dejado a ti. Por haberte estado mirando toda la noche sólo para no olvidarte cuando más hermosa estás. Por no decirte, por no contarte, por no explicarte. Por estar o ser ido. Por no llevarte conmigo. 
Sólo espero que nunca llegues a entenderlo.