Es verano, huele a verano, ¿No lo notais? Las noches interminables, el brillo en los ojos de la gente, como si el sol además de ponerlos morenos tuviese el fantástico poder de ponerlos felices, alegres. Porque no hay mejor antidepresivo que bañarse en el mar de madrugada, ir a la playa con resaca o perder por completo la noción del tiempo.