This is for anyone with the broken heart.For anyone who cant get out of bed.

sábado, 7 de octubre de 2017

S, menos cursiva y más marchita.

Estoy tan triste que tengo ganas de escribir otra vez
y de abrir la ventana y gritarle a todos mis vecinos
que sus vidas perfectas me dan asco
que derrochan mediocridad en cada paso que dan. 

Estoy tan triste que tengo escalofríos
y ya ni siquiera tengo ganas de volver a África.
Estoy tan triste que he hecho a mi madre irse llorando
porque no soy capaz de explicar lo que me sucede. 

Estoy tan triste que solo me sale hacer daño. 
Tan triste y tan ahogada. 
No tengo más que un collarín, 
dos tickets restaurantes en la cartera
y unos quince kilos de más
(o eso me dice mi yo enferma). 

Tengo un grupo de amigos
que ha dejado de hablarse por problemas de otros, 
un armario lleno de ropa que me hace sentir frágil
y un gato que hoy no me abraza mientras lloro.

Tengo ganas de huir pero nunca me sale bien, 
la última vez, pocas horas atrás.
Tengo mucho, mucho miedo. Muchísimo.
He perdido el control y la valentía, ya solo me queda la poesía,
y cada día se aleja más de mi. 

Tengo ganas de meterme en la cama y no salir, 
de no pensar, de no comer, de vivir.


S.





lunes, 18 de septiembre de 2017

Surita.

Que tu ferocidad me deje huella, que ahuyente mi maldad  y aleje bestias. Que ponga en su lugar pura inocencia, la que hoy cubre tu cuerpo, sin darte cuenta.  Que digas tu verdad, aunque lluevan piedras.  Que no pierdas esa fe que hoy es eterna. Esa forma de no ser consciente de ella. Que tu curiosidad no desaparezca  y crezca como lo hacen ahora tus piernas, las que te llevarán tan lejos como quieras, comiéndote la vida a manos llenas. 

Bienvenida a casa, Pequeña gran revolución.

Que con tus pasos marcas un nuevo rumbo en dirección a nuevas montañas que parecen menos altas  con cada palabra que nace en tu garganta. Que nadie ose jamás fijar tus metas, que sepas observar y no ver a quien no debas. Que aunque me encuentre lejos, me sientas cerca. 
Que la distancia que hay entre nuestras fuerzas, se hará siempre tan ridícula
 y tan pequeña, mientras las dos sigamos las mismas estrellas. 
Y aunque vueles lejos, tan alto que no puedas vernos, te esperamos dentro. Siempre habrá un techo. 

martes, 28 de febrero de 2017

Adiós.

Llevo setenta y dos  horas con el corazón encogido, 
escuchando Somehow mientras te  lloro todo lo que no he podido decirte 
y siempre quise 
y aún quiero.

No me diste la oportunidad de perdonarte
todo el daño que me has hecho 
por egoísta, 
por abandonarme cuando ya no me necesitabas, 
por ser el héroe sin capa de tantos, 
y la astilla que yo no consigo sacarme, 
el vacío que no consigo llenar.  
Por privarme de respuestas que ya nadie tiene.

¿Por qué?
¿Por qué?
¿POR QUÉ?

Por qué dejaste de necesitarme, 
de contar conmigo,  
de trasnochar escribiéndome que tu vida se desquebrajaba 
y el miedo se había vuelto palpable. 

Desde que me echaste de tu vida, año y medio atrás 
has crecido, te has curado y has enfermado,
has  vivido, te has enamorado y has muerto. 
A veces te tengo envidia. Vivir menos pero más intensamente.

Y yo sigo siendo la niña que te escribe
 desde el maletero de un coche 
una noche estrellada de verano
la poesía más alegre que tengo.
Hasta eso te lo has llevado.

Soy la misma alma errante que te pedía consejo 
perdida en las calles de un pueblo costero 
y la que tomó contigo tostadas con aceite sin llorar 
porque quería que tú me vieras fuerte.
A tu lado engordar ya no me daba miedo. 
Ahora vuelvo a estar aterrada.

Yo sigo igual de pérdida y tu igual de vivo, 
o eso dice Lucía,  
mientras yo, y los que te hemos querido, no te olvidemos. 
Por ahora,  trabajo en perdonarte 
por irte sin dejarme decirte todo esto.

 Deberías saber que desde que no estas,
 el cielo brilla con más fuerza. 
Tu fuerza. 

domingo, 26 de febrero de 2017

-

 

I don't speak the language that you speak.
  There're​ some words I know I'll never reach.

No, I don't know what happens when you die
and just the thought, you know, it kind of blows my mind
But when I look, when I look up to the sky...
somehow, somehowI know that it will be alright

somehow, somehow
I know that you will be beside



sábado, 4 de febrero de 2017

E.



Como si siempre hubiese estado
mendigando tus palabras,
suplicando que me veas
desde la barra de un bar
que has convertido
en fortaleza, cárcel y palacio.
Sin reina.

 

martes, 10 de enero de 2017

En los portales se nos apagan estrellas.

Estoy lo suficientemente triste como para escribir un poema, 
para escribírtelo a ti, 
a tus escaleras en Colón, al saco de dormir azul que no pudo contener tu alma, 
al queso que nunca querías en el bocata
y al fútbol en la radio 
que permitía que te evadieras
del mundo en el que vivías
día a día.
[¡Mira que terminar siendo madridista!]

Ocho años llevabas de no-vida
bajo los soportales de un banco 
que vieron tu pelo tornarse cano 
mirando deambular a aquellos seres
que nunca parecían verte.

Esperabas el domingo
como yo Nochebuena
cuando aún no había perdido la ilusión
(y la fe).

Hoy la he perdido del todo. 
Nos jactamos de ser avanzados,
civilizados y coherentes. 
Nos creemos más que los del continente de abajo
y en los portales
se nos apagan estrellas como tú.

He sentido tu frío, tu miedo
y tu tristeza. 
Tranquilo, ya han acabado, 
contigo.

Comentaremos el próximo partido en las alturas. 



Mira hacia el cielo, baja la guardia, que pase la tormenta.



Mira que el tiempo no para
y que los monstruos solo están en tu cabeza.
Mira las luces del alba como iluminan y nos brindan su belleza.
Que no estas solo, que estas de espaldas y no te das ni cuenta.

"Que todos esos monstruos, debajo de la cama  
se cuelan en tus sueños tan rápido"
Impúlsate en mis hombros, apóyate en mi espalda, perdona si no llega la calma.

Cuando te acuestes sin miedo y los fantasmas ondeen tu bandera 

y grites en el desierto y busques un enemigo al que ganar la guerra.