This is for anyone with the broken heart.For anyone who cant get out of bed.

martes, 31 de diciembre de 2013

2013 is nearly gone.

No sería propio de mi, en una fecha tan señalada como esta, no blasfemar sobre el tiempo, la distancia, el olvido, y el resto de cosas que yo o cualquiera detesta.

Supongo que me tenéis por una infeliz, caprichosa, inconformista que no hace más que quejarse una y otra vez. En versos, porque es más fácil y  duele menos.
 Así que seguramente también me tengáis por una cobarde. Una ingenua. Una desagradecida que bajo el cielo gris de esta ciudad es incapaz de darse cuenta de la suerte que tiene de tener todo lo que pueda querer.

Pero es en este sucio autobús roído por el paso del tiempo y los mil y un pasajeros que por el han transitado, cuando me pregunto de qué servirá tener todo cuanto deseas cuando no tienes lo que necesitas.
Así como un vagabundo con una nevera vacía.

Déjadme. Son fechas duras para cualquiera. 
Duras para olvidar, y todavía más para recordar.
Tratad de ser felices.
S.


domingo, 15 de diciembre de 2013

fi tahw

Cerré la puerta de casa aquella mañana sin imaginar jamás que cuando volviera, en nada me parecería a la que salió. 
En parte. 
Por suerte. 
Pero me estoy adelantando a los acontecimientos.


Busqué desesperadamente las llaves por el bolso, como cada mañana. Cerré a la vez que trataba de adecentar mi cabello inútilmente. Las agujas del reloj presionaban más que la incesante vocecita en mi cabeza repitiéndome una y otra vez lo tarde que llegaba. ¿Se puede llegar tarde a tu vida? Creo que llevaba haciéndolo veinte años. Sin embargo, eso iba a cambiar. Ese día todo iba a cambiar. 

S.

sábado, 14 de diciembre de 2013

Muñeca.

A veces, y solo a veces, cree que con sus clavículas se marchó la tristeza. Que irónico.
Es como, si de alguna manera, sus costillas se hubieran llevado consigo toda esa culpa e ira en su marcha. Siempre pensó que sería al revés, que los huesos eran una pócima mágica que la sacaría de aquella habitación en la que por más y más que gritaba, nadie parecía escucharla. Cuanto más alto lo hacía, más la ignoraban.
Y, pobre ingenua, no se dio cuenta que lo que ella creía que sería su salvación, terminó siendo su perdición.
Y al final, con sus diminutas muñecas, se marchó poco a poco, el fantasma que se escondía tras sus ojos.

-Jamás llegaréis a comprender lo mucho
que esto significa para mí.
Jamás. 

S.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Tratáis de salvarme sin entender lo mucho que necesitáis salvaros.


Hace un año estaba muerta. Justo un año. Y vosotros, ingenuos, me preguntareis ¿como puede eso ser? ¿Si hoy estas aquí como pudiste no haberlo estado?
Y yo suspiraré. Os invitaré a muchos tés y os proporcionaré aún más pañuelos mientras os explico que respirar no es vivir. Que mentir, no siempre es herir. Que el amor no salva. Que las lágrimas más ácidas no las derraman los ojos.Y tantas cosas tendría que explicaros.
Tantas. 
Tantas que prefiero quedarme  callada y sonreír a vuestros halagos. Halagos que nunca emprenderéis. No sabéis nada de lo que aquí reflejo. No sabéis nada ni de vosotros mismos. No vengáis a haceros los héroes conmigo. 
No hoy.
 No nunca.
S.