En una zapatería del centro de Madrid, esta misma tarde, tarde fría e invernal, abrigada de pies a cabeza pensando en cuanto querría estar en casa con una taza de café en la mano, un chico me ha dado el mejor consejo que me han dado en mi vida. Mientras pedía unas pisacacas de la talla cuarenta y mi amiga me hablaba de lo raros que son los tíos, no se si fue mi cara, que le hubiesen roto el corazón o su pura experiencia. Fuese lo que fuese me ha dado un consejo incumplible. Busco y busco la manera de hacerlo realidad, y a los ocho años me habría parecido fácil, los chicos me daban asco. Pero ahora, que me dijeran que lo mejor que podía hacer en la vida era no enamorarme, me pillaba por sorpresa. Desde pequeños nos explican que el amor es lo mejor que te va a pasar en la vida, las películas que veíamos a los tres años tenían un príncipe azul, la de los 10 era un chico del colegio, la de los 15 uno mayor y rebelde. Somos robots a los que nos formatean para amar y sufrir.
Así que cuando hoy, aquel dependiente me miró y me dijo lo siguiente ;" Lo peor que puedes hacer es enamorarte, porque ¿tu sabes la cantidad de tíos que hay? de todos los tamaños, colores y nacionalidades, así que no te enamores", mi mundo se vino abajo. Me hizo pensar en la charla que me echo el otro día un adulto, supongo que me llamo más la atención porque no fue como el resto de charlas sobre chicos malos que solo buscan sexo, él me habló de que intente sufrir lo menos posible, que sufriré, que no piense que a mi no me va a pasar, me va a pasar como a todos, pero que no me quede en casa llorando, que el chico por el que lloro estará con otro chica, que pensará en mí, pero tendrá entretenimiento, que busque mi propio entretenimiento, otro chico que sirva para curar las heridas del anterior, y otro las heridas que este deje, y otro las siguientes, hasta que llegue ese que no haga más heridas.
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Así que cuando hoy, aquel dependiente me miró y me dijo lo siguiente ;" Lo peor que puedes hacer es enamorarte, porque ¿tu sabes la cantidad de tíos que hay? de todos los tamaños, colores y nacionalidades, así que no te enamores", mi mundo se vino abajo. Me hizo pensar en la charla que me echo el otro día un adulto, supongo que me llamo más la atención porque no fue como el resto de charlas sobre chicos malos que solo buscan sexo, él me habló de que intente sufrir lo menos posible, que sufriré, que no piense que a mi no me va a pasar, me va a pasar como a todos, pero que no me quede en casa llorando, que el chico por el que lloro estará con otro chica, que pensará en mí, pero tendrá entretenimiento, que busque mi propio entretenimiento, otro chico que sirva para curar las heridas del anterior, y otro las heridas que este deje, y otro las siguientes, hasta que llegue ese que no haga más heridas.
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