Y que la soledad, nada tenga que ver con estar solo.
Que los mejores besos nunca se den, y que las mejores caricias sean al alma.
Que mi canción favorita sea el silencio en una noche oscura,
y el mejor reloj,
el que marcan tus suspiros al cristal.
Que no haya más luz que la de tus ojos
y no más espejismos que los
reflejos en la bañera
de aquel séptimo sin ascensor.