Y es hora de recordarme a mí misma por qué prometí no hacer planes. "El plan es no planear" me dije, como si de veras fuese capaz de hacerlo. De dejar de lado mi faceta controladora, obsesiva, manipuladora. La misma que me lleva a sucumbir a mi cabeza. A dejarme llevar por las corrientes de mis pensamientos y a angustiarme con un futuro que acecha, sigiloso. Un futuro para el que no se estoy preparada, y es que la impotencia me ciega. El miedo me calla. Tus suspiros me ahogan.
Tú.
Tú querías esto. Me querías aquí sentada, escribiendo un tres de mayo a las 03:57 de la madrugada.
"Escribiendo a alguien que no me lee, y dedicándole mis noches en vela a alguien que no me sueña. "