This is for anyone with the broken heart.For anyone who cant get out of bed.

martes, 28 de febrero de 2017

Adiós.

Llevo setenta y dos  horas con el corazón encogido, 
escuchando Somehow mientras te  lloro todo lo que no he podido decirte 
y siempre quise 
y aún quiero.

No me diste la oportunidad de perdonarte
todo el daño que me has hecho 
por egoísta, 
por abandonarme cuando ya no me necesitabas, 
por ser el héroe sin capa de tantos, 
y la astilla que yo no consigo sacarme, 
el vacío que no consigo llenar.  
Por privarme de respuestas que ya nadie tiene.

¿Por qué?
¿Por qué?
¿POR QUÉ?

Por qué dejaste de necesitarme, 
de contar conmigo,  
de trasnochar escribiéndome que tu vida se desquebrajaba 
y el miedo se había vuelto palpable. 

Desde que me echaste de tu vida, año y medio atrás 
has crecido, te has curado y has enfermado,
has  vivido, te has enamorado y has muerto. 
A veces te tengo envidia. Vivir menos pero más intensamente.

Y yo sigo siendo la niña que te escribe
 desde el maletero de un coche 
una noche estrellada de verano
la poesía más alegre que tengo.
Hasta eso te lo has llevado.

Soy la misma alma errante que te pedía consejo 
perdida en las calles de un pueblo costero 
y la que tomó contigo tostadas con aceite sin llorar 
porque quería que tú me vieras fuerte.
A tu lado engordar ya no me daba miedo. 
Ahora vuelvo a estar aterrada.

Yo sigo igual de pérdida y tu igual de vivo, 
o eso dice Lucía,  
mientras yo, y los que te hemos querido, no te olvidemos. 
Por ahora,  trabajo en perdonarte 
por irte sin dejarme decirte todo esto.

 Deberías saber que desde que no estas,
 el cielo brilla con más fuerza. 
Tu fuerza.