Habríamos sido agua, habríamos sido muchisimo más, tan grandes una tormenta en un cuadro de Hopper, como un temporal en alta mar, y tan pequeños como una gota de rocío. Pero nuestros corazones se convirtieron en anclas cansadas de naufragar. Y entonces descubrimos que no nos quedaba nada, que todo estaba perdido en el olvido.
S.