Un año. 365 días. Y hoy, está mas vigente mi sentencia final, la que firmé con mis propias lagrimas por una idea estúpida que aún me atormenta. A mí y a tantos. Un año. Hace, hoy un año me quitaron la venda que tuve en los ojos tantos meses y en vez de curarme las heridas con ella, la usaron como soga.
Y aquí estoy. Colgando aún del árbol. Esperando. Pero no equivoqueis. Nunca esperada, y mucho menos esperanzada. ¿Y como se huye estando atada? ¿Y a donde se huye cuando no se tiene a donde ir?
Ruiz Zafón escribió una vez "Solo desaparece aquel que tiene algún lugar al que ir", así que todos los demás simplemente estamos perdidos. Perdidos en el recuerdo de aquellos ojos con los que me reencontré hace ocho mil setecientas ochenta y cuatro horas, y a los que destrocé por estúpida, por ingenua, por egoísta. Culpable. Culpable. Culpable.
S.