Y olvida todo lo que fui, dije o hice. Lo siento. No fue mi intención fallarte de esta manera. La confianza nos llevo a la perdición, y en nuestra perdición nos perdimos. Te perdi, me perdí, te perdiste, me perdiste. Nos convertimos en extraños que compartían toda una vida. Nos convertimos en lo que siempre temimos. Nuestras peores pedadillas llegaron convertidos en nosotros mismos, en una versión cruel, vulgar y desesperada de nosotros mismo. Así que cuando te vayas, que lo harás, olvida lo que estamos viviendo. Este no eres tú, esta no soy yo. Reencuentrate, y puede que algun día me reencuentres. Me reencontraré, y puede que algún dia te reencuentre. Hasta ese día, quedate con lo bueno que tuvimos : París.
S.
S.