This is for anyone with the broken heart.For anyone who cant get out of bed.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Tenía esperanzas. Tenía sueños. Tenía un futuro por delante que me esperaba, ahí estaba solo por y para mí, aguardando a que llegara la hora en la que yo dejaría todo atrás y brillaría como siempre debí hacerlo. No podía esperar a que aquello ocurriera, a que aquel ansiado futuro que tan maravilloso iba a ser se convirtiera en un presente en el que vivir, en el que soñar y en el que, después de tanto tiempo, por fin ser feliz. Pero nada es como espero. Nada está a la altura de mis expectativas y, puede, que de alguna manera, sea yo la que no llega a la altura. La distancia, la añoranza, el cambio... todo aquello aumentó el infierno en el que ya vivía, en vez de arrancarlo de mi como yo esperé que hiciera. Creció y creció, hasta convertirse en un horror, una forma de vida a la que aún no sé como he llegado. ¿Cuándo dejó de importarme el interior? La belleza no es más que algo pasajero como caducan las hojas de un árbol. Y es que, este otoño, seré yo la que me marchite con ellas...



S, marchita.