He hecho una promesa de sangre y recuerdos. Todo junto, pero no revuelto. Es de las promesas que tardas más de 500 días en cumplir, de las que aparentemente son sencillas, pero que el mundo entero conspira por que no lo consigas. Te pone mil y una razónes para que no la cumplas. Mil y una irresistibles tentaciones a las que negarse. Es entonces cuando me planteo ¿de donde viene esta promesa? ¿Por que decidí hacerla? Ya ni lo recuerdo, solo se que si la rompo, en parte me estaré fallando a mi misma y a todo en lo que siempre soñe.
Nos vemos hoy en 500 días.
S.